Objetivo Estratégico 4: Hacer una gestión sostenible de los recursos y favorecer la economía circular.
Las ciudades participan y son corresponsables de los impactos ambientales y el alto consumo de recursos naturales generados por el modelo económico lineal y por lo tanto, deben jugar un papel esencial en la transición hacia un modelo económico circular que asegure la calidad de vida en las ciudades y haga de ellas un lugar atractivo para vivir.
La eficiencia está relacionada con el propio metabolismo urbano, es decir, con los flujos de materiales, agua y energía, que constituyen su propio soporte. El uso y la gestión de los recursos naturales deben alcanzar la máxima eficiencia, mientras garantizan la mínima perturbación de los ecosistemas. La ordenación del territorio, el urbanismo, la movilidad, la edificación, los flujos de agua, los materiales usados y los residuos generados, unidos a determinados estilos de vida, están implicados en la creación de escenarios ahorradores o despilfarradores de energía.
También es clave una adecuada gestión del agua; Un modelo de gestión de residuos con criterios de sostenibilidad y por último, pero no por ello menos importante, es preciso referirse a la agricultura de proximidad, es decir, la que se relaciona con la capacidad de autoabastecimiento, la reducción de la huella agroalimentaria y la denominada soberanía alimentaria.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
4.1. ser más eficientes energéticamente y ahorrar energía.
4.2. optimizar y reducir el consumo de agua.
4.3. fomentar el ciclo de los materiales.
4.4. reducir los residuos y favorecer su reciclaje